Una buena decisión aquieta el corazón
Las emociones, benditas mensajeras que nos invitan a tomar decisiones...
Hoy te quiero compartir que he estado atravesando momentos que me han retado emocionalmente, y como sabes, no es fácil cuando emociones de tristeza, ansiedad, confusión y/o enojo te vienen a tocar la puerta.
Son esas emociones que te toman por completo y de repente te das cuenta que llevas horas y quizás días sintiéndote así, teniendo los mismos pensamientos catastróficos una y otra vez, te atrapan, te pesan, te impiden ver la verdad. ¿Te parece familiar?
Y sí, es duro e incómodo, pero es natural sentir, el problema llega cuando no podemos salir de ahí y ese estado emocional nos impide ver lo que realmente es y hay, para poder hacer lo que necesitamos hacer para salir adelante, transformar la emoción en acción.
Sabes, las emociones son mensajeras, el chiste está en sentirlas y abrirles la puerta e invitarlas a tomar una taza de té en la sala de tu corazón. Sentirlas sin querer cambiarlas, sin rechazarlas, sin querer que se vayan, sin evadirlas y sin juzgarlas.
Cuando nos damos permiso de sentirlas sin ninguna agenda, “¡oh sorpresa!”, ceden. Sí, pierden intensidad pues dejamos de avivar su fuego con nuestros pensamientos y evasión, dejan de nublar nuestra vista y poco a poco emerge esa sensación de claridad y calma.
Cuando les das un espacio para estar, te entregan su mensaje, y entonces puedes “ver” de nuevo, hacer zoom out, añadir información al asunto o situación que antes no eras capaz de ver pues tu actitud ante la emoción te impedía verlo, las emociones te indican a dónde mirar pues ahí hay algo que atender.
Las emociones no son buenas ni malas, son, abrázalas, acéptalas, verás como solo por mirarlas y recibirlas ya no pesan tanto, se disipan. Ellas buscan que te des cuenta de algo en tu vida, buscan llamar tu atención, y por eso hay que sentirlas en el cuerpo, dejar que su energía nos atraviese, aquietar la mente y dejar que nos muestren su mensaje, y así se vayan y se transformen en algo más.
Y sabes, la mayoría de las veces nos visitan para invitarnos a reconectar con nosotros mismos, ese es su regalo, nos piden poner atención en algo que necesita de nuestro accionar para satisfacer una necesidad física, emocional, psicológica y/o espiritual o un deseo de nuestro corazón, es por eso que las emociones nos invitan a tomar decisiones y tomar acción.
Lo que pasa es que nos da miedo sentir porque nos da miedo ver la “verdad”, la verdad que surge cuando te das permiso de que la emoción te atraviese y descifres su mensaje, pues al verla no puedes ya no verla, te sigue y no te deja más nunca, y entonces tienes que tomar decisiones acorde. Y sí, tomar decisiones muchas veces implica cambios, y el ego detesta el cambio pues a él no lo puede “controlar”, el ego prefiere lo conocido y familiar aunque esto sea muchas veces destructivo para nosotros.
Y pues pensamos que si no “sentimos”, si evadimos esa emoción o ese asunto, pues desaparecerá. Pero no te engañes esto jamás es así, “y a lo que te resistes persiste y se hace más grande”.
Por eso las emociones, benditas mensajeras, no solo llegan con mensaje sino que debajo del mensaje traen consigo una invitación, “es hora de tomar una decisión” (y una decisión no está completa sino no hay acción que la suceda), es una invitación a hacerte cargo de algo, tomar responsabilidad de tu vida en algún asunto, relación o situación, darte tú a ti mismo, aquello que necesitas, quieres o deseas, y cómo te digo, eso trae consecuencias, y eso aterra.
Y no es que sean “malas” consecuencias, sino que simplemente tomar decisiones y tomar acción trae cambios, y es normal, es natural, no tengas miedo del cambio, lo que sí da miedo es no cambiar y quedarte igual. Cuando te abres al cambio, te abres al aprendizaje, a tu evolución.
Te explico, tomar decisiones y la acción correspondiente para satisfacer esa necesidad o seguir ese deseo que tu emoción te viene a apuntar, puede implicar atravesar grandes procesos de cambio y transformación, adentrarte a lo incierto, a lo nuevo, al no saber, y sí, vaya que es incómodo, sobretodo, cuando son esas decisiones importantes en las que decirte “sí” a ti mismo significa decir “no” a algo más, significa despedirte de algo, de una relación, de una forma de ser tuya, de un lugar, de una situación… y ello trae consigo un duelo, un proceso de “muerte y renacer”, y sabes parirte a ti mismo duele, como les duele a las madres dar a luz a sus hijos, pero es un rito de paso, un antes y un después, es lo más hermoso y lo más retador, es el amor más infinito y la felicidad más sincera, y a la vez, lo que más requiere de ti, de todo tu ser, tu cuerpo, tu mente y tu corazón, pues es la trasnformación más grandiosa que vale la pena atravesar y vivir.
No te sientas culpable de seguir los llamados de tu corazón, de decirte “sí” a ti mismo y “no” a algo o a alguién más, a veces decir “no” es el acto de amor más grande que hay. Tu corazón ya sabe el camino, confía. Decirte “sí” es aprender a vivir, a sentir; a amarte y amar.
“¿Pero cómo sé si estoy tomando la decisión “correcta” para mí?”, te preguntarás. Según mi propia experiencia, te puedo decir que sentir paz depués de haberla tomado es la clave para saber que vas por buen camino, pues la mente ya no tiene excusas ni justificaciones, sientes paz en tu cuerpo y tu corazón se aquieta, las emociones ceden, la claridad emerge, tu verdad surge, la Verdad es.
Por todo esto, te invito a sentir a estas benditas mensajeras cuando te toquen a la puerta, recíbelas, no las evadas, no las rechaces pues les darás más fuerza, déjalas entrar y estar, como buenas mensajeras te entregarán su mensaje, te indicarán el camino hacia dónde mirar y se marcharán, depende de ti descrifar a qué te están invitando.
Cuando lo descifres, cuando veas con claridad, cuando tu Verdad se haga presente, sabrás qué decisión tomar pues verás con nítidez aquello que te invitan a ponerle atención y atender. Para ello date permiso de conectar contigo, de sentir, de escuchar qué necesitas, qué quieres y qué deseas, sin jucio y sin culpa, y en coherencia mente-cuerpo-corazón elige qué paso dar, si sientes paz al hacerlo, si sientes paz al tomar esa decisión y seguir ese camino, significa que vas bien, es por ahí. No te detengas.
Tal vez no sea fácil, tal vez te encuentres con retos o resistencias, pero dentro de ti sentirás paz, y sentirás una fuerza que te impulsa a seguir, sabes y sientes que vas a estar bien, quizás no sabes bien el cómo ahora, pero sabes el qué de lo que necesitas y deseas y que se te mostrará la decisión con el mayor potencial de nutrir tu vida de belleza, milagros, expansión, gozo y paz, pues cada decisión tomada en conciencia y coherencia te hará más sabio y más fuerte, más capaz de tomar la vida como es y transformarla en lo que deseas…
Y así es esto, mientras más atiendes lo que las emociones vienen a decirte, mientras más te permites descifrar a lo que vienen y recibir su invitación, mientras más estás conectada contigo mismo y tu cuerpo, mientras más te escuchas y te das permiso de hacer las cosas diferentes y a tu manera, mientras más te abres al mensaje que las emociones te traen y eres valiente para “ver” lo que tienes que ver y hacer lo que tienes que hacer por y para ti, mientras más te acercas a tu verdad, mientras más ves la Verdad, decisión tras decisión, accionar tras accionar, la Vida, la Gran Maestra, te enseñará el camino y tú confiarás más en ti y en Ella, pues la Vida y tu corazón ya saben el camino hacia tu mejor versión, y tus emociones te llamarán la atención una y otra vez para atender aquello que necesitas atender.
No estás solo, tu corazón y la Gran Maestra Vida te guían y te acompañan a descubrir tu verdad y ser capaz de ella y sus consecuencias.
Recuerda, eres capaz de sentir las emociones que llegan a ti, eres capaz de descifrar su mensaje y de tomar decisiones y acciones acorde a tu verdad, la verdad es ligera y se siente bien. La verdad da paz.
Tomar decisiones bien tuyas te da paz, se siente paz, y eso es la brújula que te muestra el camino.
Recuerda, una buena decisión aquieta el corazón.
Con amor,
Mariana
Escucha mi Podcast:
Si quieres profundizar y conocer tu mundo interior, adentrarte a los misterios de tu verdad, recordar quién eres y para qué estás aquí, escucha mi podcast 🎙️“Tao Twin Podcast”, un viaje a tu verdad, un viaje de amor propio.
Disponible en Spotify, Apple Podcasts, Amazon Music, Audible.