Un encuentro con tu silencio interior
Entre un año que se ha terminado y uno que comienza, un invierno que pregunta...
Un año más se ha terminado, estamos arrancando el 2024, enero llega a su fin, y las cosas cambian, ¿o no?
Nada como el entusiasmo de empezar un nuevo año, nuevas metas, nuevos sueños, nuevas ideas, y a la vez el invierno hace su papel, siento que me pide ir despacio, que no me apresure. El invierno pide ir a la “cueva”, para justamente invernar, desmenuzar los aprendizajes del año que acaba, integrarlos y tatatuarlos en la piel para poder avanzar más sabias y más fuertes, más claras, reunir la energía para el año que comienza. El invierno pregunta, ¿quién eres hoy?
Quién eres entre esas ganas que te queman por hacer y comenzar cosas nuevas, proyectos nuevos, “vida nueva”, y esa energía sutil que te pide ir más despacio, ¿tal vez más en silencio?
Y es que no es un silencio común, no es la ausencia de ruido, es el silencio que se experimenta de la conexión contigo, es un silencio espacioso y vivo, luminoso. Es aquel que te pide ser, sí ser, reconectar con tu esencia, y es que después de 12 meses muchas cosas han pasado y muchas otras han cambiado, y si no te detienes en una pausa sagrada a estar contigo en silencio amoroso, se te puede ir la vida persiguiendo el próximo sueño o proyecto sin saber ni siquiera si era tuyo, si era lo que realmente deseabas.
Y es que entre finales y comienzos siempre se abre un portal, la energía es tan abundante que necesitas sí o sí direccionarla, y es que hacer las cosas con intención y bien conectaba a tu corazón tiene un impacto que la mente no puede ni siquiera vislumbrar o entender.
Por eso te invito a pausar conmigo, a entrar en ese silencio interno, a encontrate con tu silencio interior, verás que no es lo que te imaginas, no es aburrido y sin movimiento como seguro piensas que es, no es estar callada, no es dejar tu mente en blanco, no es escuchar mantras o música tranquila, no es sentarte en flor de loto, es mucho pero mucho más que eso, es una experiencia.
El silencio interior esta vivo, es la experiencia de ti contigo misma, es encontrarte con tu mundo interior y todo lo que se mueve dentro tuyo, es adentrarte a lo que te habita, es reconocerte en tu cuerpo y sus sensaciones más allá de los pensamientos, es sentir la vida, es saborear tu esencia. Es abrazar todas tus partes y descubrir partes nuevas de ti, es sentir amor por ti, por la vida, por lo que es.
Una vez lo “tocas”, lo experimentas, una vez sueltas todo lo que no eres para empezar a descubrir ese amor y esa energía inagotable que te respira por dentro, es que comprendes, que desde ahí es que nada realmente acaba o comienza, sino que todo continua, se transforma, se entrelaza.
En este espacio no hay bueno ni malo, correcto ni incorrecto, aceptado o rechazado, lo que hay es claridad, y sabes para poder salir al mundo y empezar a hacer, primero necesitas claridad en tu mundo interior.
Creo que entre la presión y el estrés por hacer y cumplir metas a veces te acabas perdiendo a ti misma o con burnout, pues te desconectas de ti, de lo que sientes, de lo que necesitas y de lo que requieres, y cuando estas tanto en esa energía masculina de producir, ejecutar, accionar, lograr, ganar, conquistar, organizar, planear, proyectar, se pierde poco a poco el sabor de la vida. Pasas de algo que se acaba a lo siguiente, a lo siguiente, a lo siguiente, y lo siguiente parece nunca tener final, pareces no poder disfrutar ni lo que haces ni lo que logras porque todo es una rueda de hámster por más y más, mejor y mejor.
Y sabes una energía masculina bien equilibrada es súper potente y poderosa, ten por seguro que la necesitas para cumplir tus metas y propósitos, pero lo que me di cuenta es que este invierno me está recordando a conectar con mi energía femenina, ¿y cómo?, a través de cultivar ese silencio interno en mí.
Verás, la energía femenina es creatividad, nutrición, espontaneidad, cicilidad, contención, placer, descanso, intuición, sensualidad y sexualidad, es darte permiso de sentir tus emociones, de conectar con tu espiritualidad, lo místico, aquello que no tiene forma ni está definido y no puede ser expresado de forma racional pero se siente y te llena el alma y el cuerpo de dentro hacia afuera.
Y cuando te das permiso de explorar y contactar con tu energía femenina, todo cambia, ya no solo se trata de hacer y de lo siguiente, se trata de sentir lo que haces, de lo que sientes mientras lo haces, le das profundidad y significado al para qué de lo que haces. La riqueza de la vida está en las pinceladas de energía femenina gozosa y expansiva que transforman palabras en historias llenas de alma y profundidad, entonces te conviertes en tejedora de tus días, de tu vida, de tu destino, pues tú les das sabor, textura, aroma y sentido.
Saber equilibrar ambas energías es un arte y es algo que se aprende, a eso venimos, lo que pasa es que estar en exceso en una te puede hacer sentir estancada o angustiada, es como si no le pudieras hacer frente a los cambios de la vida, pero no nos olvidemos que la vida son temporadas, así como el invierno es una estación, así como la luna tiene un ciclo de 28 días y el sol de 365 días, todo cambia, todo termina y todo comienza, todo evoluciona y se transforma…
Y entre un final y un comienzo, la vida se puede sentir retadora, por eso pensé, ¿cómo puedo navegar los cambios que me tocan a la puerta de una manera más nutritiva y llena de gracia, cómo puedo sentirme segura y a la vez ser suave y compasiva conmigo, cómo puedo transitarlos de una manera más equilibrada y centrada?, y hoy, sin duda te digo que esos encuentros con mi silencio interior no solo me han traído claridad y paz sino fuerza, confianza en mí misma y en la abundancia infinita de la vida que sé que quiere lo mejor para mí y que anhela mi evolución.
Quizás hoy no entienda del todo el para qué estoy viviendo lo que estoy viviendo, para qué la vida me pide mudarme de Nueva York a Miami, quizás no se trate del todo de entender y buscar explicaciones sino de sentirlo en el cuerpo y sentir/saber que es la decisión correcta, de darle espacio a mi intuición para que me guié, de descansar en mi energía femenina mientras hago lo que me compete.
Quizás la vida hoy a ti también te traiga muchos cambios que no entiendes, pero si algo te puedo compartir es, pausa, regálate una pausa sagrada, encuéntrate con tu silencio interior, las respuestas ya están en ti, lo que pasa es que no confiamos, no creemos en nuestra sabiduría interior pues creemos que hacer y hacer, cumplir con lo que el mundo exige, ser quienes nos dicen ser es valer más o al menos pertenecer, pero si no te perteneces a ti mismo, no habrá guía interna que valga pues la habrás enterrado y silenciado, cambiado si suerte tienes por unos aplausos banales y efímeros. Y créeme no hay más poder y magia que en escuchar y atreverte a seguir a tu voz interior, esa guía interna que sabe qué es lo mejor para ti y hacia dónde está tu mayor y más alto potencial y destino.
Quizás los cambios, los finales y los comienzos, no son más que invitaciones a volver a tu centro, a conectar contigo y tu verdad, con lo que realmente quieres, dejar de hacer para hacer siendo, soltar las historias que te cuentas y empezar a conectar con tu verdad y honrarla.
Y si tu enero también comenzó movido, si te pidió dar un salto al vacío y confiar en ti y en la vida, recuerda, conecta con tu energía femenina, haz un espacio para echarte un clavado a tu silencio interior, no una vez al mes, diario, las veces que sean necesarias, ahí encontrarás paz y claridad, ahí le darás sentido, significado e intención a los cambios de la vida, no con la mente, con el corazón.
En estos tiempos de transición y cambios, te regalo unas preguntas que con tan solo hacérmelas abren espacio en mi mente y mi corazón, date la oportunidad de responderlas honestamente, de ti para ti, y que nazca lo que tenga que nacer de tu corazón sin tapujos, sin juicios y sin limitaciones. Tómate tu tiempo, abre tu corazón, pídele a tu mente que fluya y te permita explorarte, prende una velita e intenciona que tu luz interior te guíe y te ilumine. Aquí van:
¿Qué es tiempo de soltar, qué relaciones, qué lugares, qué sentimientos, qué historias pertenecen al año que ya se terminó?
¿Qué quiere nacer dentro de mí hoy, este mes, este año? ¿A qué me doy permiso?
¿Qué necesito hoy a nivel mental, emocional, físico, social, y espiritual, cómo puedo dármelo y crear espacios en mi vida para poder nutrirme de ello?
¿Estoy más en el hacer o en el ser, cómo puedo equilibrarlos?
¿A qué necesito decirle “no” para poder decirme “sí” a mí misma?
¿Qué sueños y proyectos tengo miedo de empezar, sino sintiera miedo que haría diferente, quién sería?
¿Cómo puedo cultivar mi energía femenina para llenar mi vida de más sabor, placer, gozo, creatividad, significado y profundidad?
¿Cómo puedo cultivar mi energía masculina para cumplirme mis promesas, aterrizar mis deseos, organizar mis ideas, planear mis días y ejecutar mis planes?
¿Qué me enseña este invierno, qué me pide cambiar, aprender del año que se acabó, y hacer diferente este año que empieza?
¿Quién soy hoy realmente, qué quiero hoy?
Aventúrate a encontrarte contigo misma y tu verdad este invierno, atrévete a responder las preguntas que te ofrece con tanto amor, te sorprenderás de la magia que escribir tiene para ti cuando lo haces con el alma y te das un apapacho. Deja que tu mano te guié, deja que tu silencio interior se exprese, verás que dentro de ti ya está todo para dar sentido y forma a lo que te habita y deseas.
Con amor,
Mariana
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Si quieres profundizar y conocer tu mundo interior, adentrarte a los misterios de tu verdad, recordar quién eres y para qué estás aquí, escucha mi podcast 🎙️“Tao Twin Podcast”, un viaje a tu verdad.
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