De niña grande a Mujer Salvaje (parte 2)
Y si no te atreves a hacerlo por ti, hazlo por las que vinieron antes de ti y por las que vendrán después de ti…
Y como te decía en mi carta anterior. Vale toda la alegría crear tu propio camino, iniciarte en el viaje hacia ti misma, descubrir tu esencia, enamorarte de tu verdad, compartir tus dones y regalos, ser tú misma.
Creo que para pasar de lo que crees que “debes de ser” a ser tu verdadera esencia, necesitas de valentía, mucha valentía. Pues cuesta decir “no”, cuesta poner límites, decir un firme y seguro “hasta aquí” y no solo para los demás, no, sino primero y más importante, límites para ti misma. Poder ver y decirte la verdad, ser brutalmente honesta contigo, y despedirte así de lo que ya no te nutre sino más bien te consume de dentro hacia afuera, y así dar tu primer paso hacia ti misma.
Creo que algo siempre te inicia, y creo que muchas veces es un dolor del alma, el dolor de vivir en tu piel pero no sentirte tú, es ese vacío en el que tú identidad te queda corta, sabes qué hay algo más esperando por ti, algo más real y auténtico, con más sabor a ti y con mucho más vida, sabes que no estás viviendo tu historia.
Hasta que un día ya es insoportable lo que sientes dentro, pues lo que parece ser ante los ojos del mundo no tiene nada que ver con lo que en verdad es y sientes dentro de ti ni con lo que realmente quieres para ti, y es así que surge la idea que lo cambia todo, “tiene que haber otra manera”.
Sí, otra manera de ser y vivir más coherente, más libre, más tú y menos mundo, más tú y menos condicionamientos, más tú y menos “deberías”, más tú y menos miedos, más tú y menos dudas, más tú y menos “no puedo, no merezco o no soy suficiente”, mas tú, y más tu esencia.
Es hacerte las preguntas que te dan miedo y tanto evitas por temor a darte cuenta que un cambio es necesario, que lo que es no es como piensas o cómo te gustaría que fuera, que lo que quieres tienes primero que nombrarlo, reconocerlo, y habitarlo para darle vida y darle fuerza, que tu realidad muchas veces choca con tus fantasías, que duele más porque eres tú quién lo ha creado y aceptado para ti misma, te has conformado.
Y es que para cambiar, para que exista esa otra manera, hay que ver la realidad tal y como es, ya no más tapujos ni maquillaje, ya no más fantasías, y sabes, para eso hay que ser valiente. Ir a esos lugares que te incomodan muy dentro de ti, dejar de ser lo que “crees que tienes que ser” para empezar ser, ser real, auténtica, libre, completa. Haz de dejar los juicios atrás, enterrar la culpa que te está sofocando, y simplemente pregúntate “¿quién soy realmente, qué quiero, hacia dónde quiero ir y con quién?”.
Cuestiónate, no tengas miedo de decirte la verdad, date permiso de explorar qué hay dentro de ti, date permiso de escuchar a tu corazón, date permiso de cambiar y evolucionar.
Te regalo una preguntas que no son para tu cabeza, son para tu alma y tu corazón, se sincera contigo misma y sin juzgarte ni limitarte respóndelas, escríbelas para ser testigo de tu verdad y jamás olvidarte de a quién le eres leal, que sean testimonio de tu camino en convertirte una mujer salvaje. ¿Empezamos?
¿Quién soy, qué quiero, qué me mueve, qué me inspira y qué me motiva?
¿Qué desea mi alma y mi corazón?
¿Qué sueño es tan grande no me atrevo a imaginar por miedo a brillar y salir se mi zona de confort?
¿Cuál es mi verdad?
¿Qué me da vida y placer?
¿Qué ya no me gusta y me gustaría cambiar en mí?
¿Qué límite he de poner para sentirme en paz conmigo misma?
¿A qué me comprometo para serme fiel a mí misma?
¿Qué deseo me pide ser manifestado y expresado a través de mí?
¿De qué es hora de despedirme?
¿De qué es hora dejar entrar a mi vida y empezar a dar pasos hacia ello que anhelo?
Atrévete a pensar diferente y ser diferente a lo que los demás creen y esperan de ti, a ser diferente a lo que tú misma crees y esperas de ti, rompe los límites de tu cabeza para empezar a sentir y habitar tu cuerpo, no más mente, sino más mente al servicio de tu corazón, y desde ahí camina tu vida para poder vivirla y no solo pensar que vives, que haces, que sientes, que eres.
Comprende que no le debes nada a nadie, sino a ti misma y a la vida, te debes a ti misma vivir la vida que sueñas y sabes que es posible, la vida que me mereces.
Ya es hora de pasar de ser una niña grande que “obedece” las reglas que la sociedad, cultura, familia y entorno le impusieron, las definiciones de qué es aceptable y qué no, qué es posible y qué no, qué es correcto e incorrecto, qué puedes hacer y que no, qué es ser una niña buena, una madre buena, una esposa buena, una mujer buena, a simplemente cuestionarte qué de ello sí es tuyo y resuena contigo, qué de ello si te nutre y qué más bien te está destruyendo, qué de ello te limita a ser y a vivir, a ser la magia y contribución que realmente eres para ti misma y para el mundo, y elige de nuevo por y para ti, no más explicaciones ni justificaciones, no más miedo, no más buscar la aprobación en la mirada de alguien más.
Se trata de vivir desde el amor, y no es el amor romántico, emocional y de cuento de hadas, es el amor valiente, resiliente, capaz, poderoso, incansable, ese amor que nutre y expande lo que sea que toque, ese amor que es y da vida, que te llena el corazón, que te prende el alma, ese amor que encuentra soluciones, que no se conforma, que quiere tu evolución y tu bienestar, ese amor que es libre y puro, un amor salvaje.
Ese amor es valiente y es brutalmente honesto, y te invita a serlo tú también contigo, es vivir en la disposición de la pregunta y no en la conclusión que define, dejar de demostrar para empezar a ser, serte. Crear tu vida a tu manera, confiar en ti y en la infinita abundancia de la vida, soltar lo viejo y lo obsoleto, soltar los apegos, el “deber ser” y las creencias que te limitan para ser la Mujer Salvaje que realmente eres, la que sueña en grande, la que crea cosas hermosas, la que cree en la magia que nace de elegirse cada día, elegir que sí puedes, elegir que mereces y que lo vas a lograr.
Verás, la mujer salvaje acciona y vive sus sueños, se gradúa de sus sueños, es capaz de su verdad y de sus consecuencias, honra su historia, integra los aprendizajes que su caminar le ofrenda, se autosostiene y se nutre, se cuida y se protege, es amable consigo misma y es suave cuando suavidad y compasión es lo que necesita. Lo que se da a sí misma se lo da a los que la rodean porque así lo siente y así le nace.
Y recuerda, ella contiene, sostiene y nutre a su entorno y seres queridos no por obligación sino por amor, porque emana de ella esa fuerza para dar toda la abundancia que es y recibe de la vida. Es manantial porque ha sabido darse primero a ella misma lo que necesita y desea, por eso siempre tiene para dar.
Una mujer salvaje es dueña de sí, porque se sabe y se conoce, porque se respeta, se ama y se valora.
Conviértete de niña grande a Mujer Salvaje, para no pensar tu vida y empezar a vivirla, intensa y profundamente, porque las subidas y bajadas son parte de vivir, porque las caídas te enseñan a levantarte más sabia y más fuerte, te muestran tu potencial y tu fuerza, desarrollas así tu poder personal y soberanía sobre tu vida y tu historia.
Que la única derrota sea no atreverte y no intentarlo, que la ganancia es infinita cuando te escoges a ti misma y apuestas por ti y lo que mueve a tu alma. Que “el dolor o te hiere o te cambia” para siempre (te invito a leer mi carta con el mismo título).
Creo que la vida está diseñada así, para en cada momento, elegir quién quieres ser, una niña grande que obedece y complace, o una Mujer Salvaje que se es fiel a sí misma, se ama y se nutre de las acciones más puras y valientes que nacen de su corazón, y ese es el acto de amor más grande que puede ofrecer al mundo, y sobretodo a las mujeres que vinieron antes de ti y a las que vendrán después.
Ya eres una Mujer Salvaje, solo falta que lo reconozcas en ti y para ti, eres una mujer que ha abierto y abre caminos de luz y conciencia, de posibilidades infinitas e inspiración, caminos del corazón, ¿lo sientes, lo sabes?
Y es que cuando te atreves a ser tu mejor versión, a ser esa mujer que se da permiso de soñar, de vivir, de intentarlo, de arriesgarse por seguir a su corazón y a su voz interior, entonces el miedo se convierte en el motor para pasar a tu siguiente nivel de expansión, pues detrás del miedo siempre hay un gran tesoro que es el descubrirte a ti misma y de qué eres capaz.
Así que elige hoy y siempre tomar tu poder y tu lugar en la vida, el que tú escoges y mereces para ti, sabiendo que cuando escoges el amor y con amor, desde tu corazón valiente y resiliente, el Universo no hace más que guiarte, prepararte, acogerte, instruirte y sostenerte para seguir evolucionando, para que siempre descubras nuevas maneras de amar y amarte más auténticas y más libres.
Pues entre más te amas, más puedes amar, entre más creas tu vida con responsabilidad y gozo, más puedes llenar la vida de otros de inspiración y posibilidad. Para honrar así tu verdad, la verdad que te habita, que te da vida y mantiene con vida, para cada día descubrirla un poco más y así conocerte un poco más, disfrutarte, amarte, valorarte; serte un poco más.
Pues vivir tu verdad es un acto de valentía, es ser salvaje como la Naturaleza, que no sigue órdenes, no compara y no juzga, no se apega y no cree necesitar, no pide permiso, si no es, y esa es su belleza. Sabe lo que quiere, suelta lo que no necesita, actúa según lo requiere dentro de sí para seguir creciendo y floreciendo, y fluye en armonía con el Universo, jamás se resiste a quedarse en una etapa o a ser de cierta forma. Se ama y se acepta como es, honra su esencia y su verdad, recibe la abundancia de la vida y la transforma en más abundancia para sí y para todo a su alrededor. Es salvaje porque nada ni nadie la define más que su esencia más natural y más pura, es.
¿Ahora comprendes? Elige ser y serte a cada momento de tu vida, honrar tu esencia y tu verdad, honrar tu naturaleza salvaje, habitar tus sueños y hacerlos vida, creer en ti y en que lo vas a lograr, pues mereces hacerte feliz tú a ti misma y gozar el camino de ser una Mujer Salvaje, el camino del amor propio y del merecimiento.
Y si no te atreves a hacerlo por ti, hazlo por las que vinieron antes de ti y por las que vendrán después de ti, pues tu camino abrirá caminos que tu mente no podrá contar, pues lo qué haces por amor a ti misma y a tu verdad, por amor a tu camino, reverbera en el infinito para la eternidad.
Mujer, las verdades que conquistas y haces tuyas llevan tu nombre y apellido hasta el final de los tiempos, lo que liberas para ti, lo liberas para mí y para todas nosotras también.
Así que Mujer Salvaje, encuentra tu voz, descubre tu verdad, conecta con tu deseo, escucha a tu cuerpo, crece tus alas, toma tu poder. Honra tu vida, respeta tu historia, crea tu propio camino, confía en tus instintos y en tu intuición, confía en ti y en la abundancia infinita de la vida.
¡Salvaje yo soy, si eso es ser valiente, auténtica, real, vivir mis sueños, honrar mi verdad y ser mi esencia! ¡AHO!
Con amor,
Mariana
Escucha mi Podcast:
PS: Para ir profundo en este camino para convertirte en Mujer Salvaje, escucha mi podcast, 🎙️“Tao Twin Podcast”, cada episodio abrirá tu mente y expandirá tu corazón para que cada vez te conozcas más, tomes tu poder y tu lugar en la vida.
El destino eres tú, atrévete a adueñarte de tu destino, Mujer Salvaje, deja que el amor y tu verdad más verdad te guíen.